Decisiones Dificiles

Cada vez que tomas una decisión y no la ejecutas o la postergas, miles de personas dejarán de ser bendecidos. Así como Jesús tuvo que decidir entre salvarse El o salvar a la humanidad, también tu vas a tener que tomar la decisión más difícil de tu propia historia. Vas a tener que sacrificar cosas que te agradaban, limitar algunas veces el tiempo con precisión para poder hacer todas las cosas, desarrollar habilidades que no te gustaban para que puedas lograr algunas cosas que solo son en ese momento una ilusión. Tomar una decisión difícil que cambie el destino de tu propia historia, implica saber afrontar los problemas con realidad circunstancial, es decir, con sentido claro de las cosas que están ocurriendo y sobre todo con responsabilidad precisa del lugar que ocupas en el momento que se vive, de las premisas que circunscriben los escenarios y las posibilidades que se tienen de salir victoriosos en medio de las adversidades.